lunes, 19 de septiembre de 2011

EL SOL Y EL CABELLO



Los rayos del sol, el cloro de las piscinas y el agua del mar dañan el cabello en verano y propician su deshidratación y posterior caída en invierno.

Por este motivo hidratarlo y protegerlo de estas agresiones es fundamental. Para ello, Elia Roo, de la Academia Española de Dermatología, aconseja "hidratar en profundidad el cabello y utilizar productos de uso diario con nutrientes y ceramidas dirigidos a nutrir y reforzar el cabello antes y después de la exposición solar".

Como explica Laura García, responsable del Área de Formación de Vichy, "estos nutrientes son compuestos estructurales que refuerzan y reparan la cutícula protegiendo el cabello y evitando su debilitamiento".

Por otra parte, Roo recomienda "el uso de protectores solares, champús de uso frecuente y empleo de mascarillas para minimizar el efecto del daño solar al máximo". Asimismo, "es preferible secar el cabello al aire libre, en lugar de usar secador, y peinarlo con un cepillo de dientes anchos".

Para evitar quemaduras en el cuero cabelludo por la exposición solar "lo más recomendable es la protección física, es decir, el uso de gorras o sombreros para dañar lo menos posible el cabello". En caso de alopecia, "se puede aplicar el fotoprotector de rostro también en la cabeza". Sin embargo, advierte, "para el resto de personas, el uso de fotoprotectores faciales en el cuero cabelludo no es aconsejable, ya que las características de la piel no son las mismas,por lo que se necesitarían productos adaptados a estas fibras".

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